HOWARD CARTER
Howard
Carter nació en Londres el 9 de mayo de 1875 y falleció el 2 de marzo
de 1933 por una enfermedad llamada Linfoma. Fue un conocido arqueólogo,
antropólogo
y egiptólogo por descubrir en 1922 la tumba del rey Tutankamón justo 11
años antes de que se muriera la encontró en el Valle de los Reyes cerca
de Luxor que está en Egipto.
Nació siendo el menor de una familia de once hermanos y creció en Swaffham, en Reino Unido.
Su padre, Samuel Carter, fue un famoso artista conocido en toda
Inglaterra que enseñó a su hijo los fundamentos del dibujo y la pintura.Su madre se llamaba Martha Joyce.
A sus 17 años, una sociedad de egiptología
inglesa advierte su
talento de dibujante y le propone marcharse a Egipto. Acepta y una vez
allí, copia bajorrelieves, aprende a excavar y restaurar los monumentos,
y se convierte finalmente en Inspector de Antigüedades. En 1908, lord
Carnarvon,
un noble, entusiasta aficionado a la arqueología y dispuesto a
proporcionar los fondos necesarios para continuar el trabajo de Carter,
fue contratado por Howard para excavar en Tebas y, luego, en el Valle de
los Reyes. En
noviembre de 1922, es la apoteosis: tras largos años de vana búsqueda,
Howard Carter descubre la tumba de Tutankamón.
TUTANKAMÓN
Era un faraón egipcio de la XVIII. Tutankamón era yerno del faraón Akenatón,
que murió sin dejar hijos varones; por ello le sucedieron sus
yernos, Semenkera y Tutankamón. Este último, hermano del anterior,
accedió al trono hacia el 1360 a. C.
En comparación con las de otros faraones, la tumba de
Tutankamón es de proporciones modestas y no presenta grandes ornamentos,
posiblemente debido a la repentina e inesperada muerte del joven
soberano, que obligó a preparar precipitadamente su mausoleo. No
obstante,
sus cuatro salas (la antecámara, la cámara del tesoro, la cámara
sepulcral y el anexo) contenían intacto el ajuar funerario
completo del faraón, y constituyen por ello un inapreciable
tesoro arqueológico. El equipo de Howard Carter empleó diez años
en catalogar más de cinco mil piezas, desde los objetos más
sencillos y cotidianos hasta los adornos más exquisitos.